CAPUCCINO, PLEASE!

Aunque alguno de vosotros ya conoce esta historia, creo que merece la pena ponerla en el blog.

El miércoles pasado me levanté (como cada miércoles a las 7:15 para ir a clase). Después de una ducha, miro el reloj y... ¡oh, oh! ¡una ducha demasiado larga! (¿porqué no habrá relojes en las duchas?) Tengo el tiempo justo para un desayuno rapidito... Voy a la cocina, abro el armario y... ¡plas! (lo siento, nunca he sido muy buena con esto de las honomatopeyas...) Se me cae al suelo un tarro de miel de Sandra (mi compañera de piso). Por supuesto, el bote era de cristal, así que en el suelo hay una mezcla viscosa de miel y cristales mmmmmm! Vale, llego tarde!
Después de recoger todo aquello y medio-desayunar (qué poco me gusta desayunar con prisas y sin música!) cojo la bici y me cruzo Gent para llegar a las 8:45 (SHARP!). Llego, aparco la bici, miro el reloj... 8:50... mierda!
Me dirijo a la puerta de clase con la esperanza de poder colarme sin que nadie me vea y... bien! la puerta está abierta! (os prometo que por un momento incluso me planteé entrar a gatas para que no me viese nadie!)... pero... ¿qué hace la luz apagada? ¿porqué hay un papel colgado en la puerta? NOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Me he levantado a las 7:15 y he hecho una maratón que casi me provoca un infarto para no tener clase hasta las 11:30!!!!!
Con cara de pringada me dirijo a la biblioteca de literatura (al menos que me cunda la mañana)! Pues ni eso! Estoy tan hecha polvo que me quedo dormida cual bebé encima de Humbold's Gift.
Tras un momento de confusión post-siesta mañanera, miro el reloj y aún me queda una hora para la siguiente clase... así que decido ir a Het Café (bar que tiene una traducción tan simple como "el café"), que hacen unos capuccinos increibles!
Abro la puerta, me siento en una mesa con mi libro y mi mp3, miro al camarero, el camarero me mira, me señala y sonriendo me dice: Capuccino!
Tras un momento de asombro sonrío! Quiere eso decir que ya vivo oficialmente aquí? Para mi sí, mucho más que tener un papelito con un sello que ponga "residente". Por cierto, un día de estos tendría que ir a buscarlo...