TRASTOS DE UN PASADO AJENO...
Domingo por la mañana. Nos vamos (Marta, Hana, Jairo y yo -el resto son incapaces de levantarse) a ver dos mercados de Bruselas. El primero de ellos es especial para mí... Es un mercado del que mi madre me ha hablado mil veces (aclaración para los descolgados: mi madre vivió en Bruselas durante siete años antes de ir a Barcelona). Ahora entiendo cuando mi madre me dice "pero si la fruta en Bélgica es muy buena!!!". No, mamá, la fruta EN ESE MERCADO es muy buena!!! Lo mejor de todo es que en cada parada hacen degustaciones de todo tipo de frutas (hay todo tipo de comida, ropa, flores...) de diferentes paises! (Que salimos de allí desayunados, vaya!). En el mercado compramos una piña que nos acompañó todo el día y a la que hicimos fotos en plan gnomo de amelie!
Después estubimos en un mercado en el que se vendían cosas de segunda mano. A simple vista, es un sitio en el que la gente vende lo que no quiere para nada, lleno de cosas viejas y sucias... Mientras paseabamos por allí vi una parada (una manta en el suelo) que vendía un montón de libros a un euro. Estaban allí amontonados y mirándolos me dió por pensar que esos libros que ahora estaban ahi tirados (y todas las cosas que había en aquel mercado) tenían una historia que ninguno de nosotros conocía! Puede que alguno fuese un regalo de cumpleaños, o un souvenir de un viaje a un lugar muy lejano, o algo que alguien compró con muchas ganas y que una vez lo tubo dejó de apreciar... Quién sabe!!!
Sea como sea, yo me llevé de allí Notre-Dame de Paris de Victor Hugo... a saber de quién era antes!!! Definitivamente, me tengo que poner al día con mi francés!